(English version below)
En Lanzarote, una de las Islas Canarias, se habla español pese a que desde la ventanilla del coche se observan camellos paseando por desiertos de cenizas y rocas volcánicas. Incluso, ondean banderas españolas en el centro de algunas ciudades, no obstante que la arquitectura recuerde las postales del Sahara. Si se observa bien el paisaje, uno daría media vuelta y se iría a una naturaleza que diera la bienvenida en forma más cálida. Pero, por suerte, hay personas optimistas que logran crear futuro donde todo parecía un contratiempo.
De la ceniza a la vid
Un día cualquiera, antes de 1730, pasear por Lanzarote, entre aldeas y campos alfombrados de cultivos de cereales, era algo habitual. Tal vez el color amarillo del trigo contrastaba con el verde de las lechugas, y el ganado descansaría del sol y del viento del Atlántico en la sombra de un gran árbol. Pero ese año el volcán Timanfaya hizo erupción y el panorama perdió su apacible imagen. Si pudiera existir alguna intención de regresar a la normalidad, el siglo XIX volvió a traer tiempos de actividad volcánica. Desde entonces el trabajo ha consistido en tratar de convertir esta tierra en un campo productivo: el manto de ceniza ya no permitía sembrar lo de antaño, pero existía la posibilidad de trabajar con viñas y producir vinos únicos en el mundo, que regalan al paladar la misma intensidad que se vive cuando se pasea por esos negros campos de vigorosa naturaleza. Al no poder trabajar con máquinas, aunque sí con el apoyo de los camellos, comenzaron a cavar grandes agujeros en el campo para cultivar vides en el fondo de éstos, de la variedad Malvasía. El resultado final es un paisaje que la Luna en ocasiones envidia, en el que la antigua alfombra homogénea de ceniza se ha transformado en una malla de cientos de diminutos cráteres, donde la planta crece protegida del viento. Curiosamente, la ceniza apoya este plan, ya que ayuda a mantener la humedad de la noche y protege la tierra vegetal de la fuerza del sol.
Bodegas volcánicas
Desde Tías, una población de blanca arquitectura, donde José Saramago vivió gran parte de su vida, se llega a la única carretera que cruza la zona de vinos de Lanzarote. En cada intersección habrá que seguir las indicaciones que conducen a La Geria y, una vez ahí, detenerse en cada una de las bodegas que se encuentran a pie del camino. No se trata de decenas de bodegas, así que el día puede transcurrir con total calma y placer, visitando el paisaje, conociendo el interior de las bodegas y, desde luego, probando los vinos más originales del mundo, aunque sólo sea por la forma en que se producen.
Para comenzar esta ruta se puede optar, en primera instancia, por conocer El Grifo, una de las diez bodegas más antiguas de España, que tiene un pequeño museo que explica la forma en que se trabajan estas tierras. La siguiente es Stravs, la bodega más moderna de Lanzarote, con novedosos sistemas de producción pero manteniendo siempre las vides en esos agujeros que las cobijan del duro entorno. Cuenta con un bar para cata de vinos, así como espacios diseñados para descansar del intenso exterior. Otro lugar que puede dejar buen sabor de boca, no sólo por sus vinos sino por la arquitectura del edificio, son las Bodegas Rubicón, un cortijo de 1698 que logró sobrevivir las erupciones volcánicas y tuvo que adaptarse al nuevo paisaje que el Timanfaya le proponía. Se puede recorrer la sala de barricas --con 300 ejemplares—y, después, probar las tradicionales papas arrugadas a la sombra de eucaliptos con cientos de años encima.
Si se continúa el camino, el horizonte se colmará de volcanes, esos mismos que crearon la fisonomía actual de la isla. En el Parque Nacional de Timanfaya --sitio habitado por el silencio y el viento-- no hay vides ni ninguna otra planta, sólo cenizas y rocas que alguna vez quisieron adueñarse de Lanzarote. Sin embargo, hoy se puede brindar con un buen trago del vino extraído de la convivencia del entorno con los habitantes de esta isla, de alma africana y sabor intenso…
Info práctica
Para visitar las bodegas es conveniente avisar con tiempo. Bodegas El Grifo (Museo del Vino) www.elgrifo.com; Stravs www.stravs.com, y Bodegas Rubicón www.vinosrubicon.com
Información del Parque Nacional de Timanfaya reddeparquesnacionales.mma.es/parques/timanfaya/index.htm
El hotel Casa del Embajador se construyo en antiguas casas de pescadores de principios del siglo XIX. Hoy es uno de los mejores sitios para disfrutar a todo lujo la isla. Calle La Tegala 30. Playa Blanca. Tel. 928519191
Cómo llegar. Desde Barcelona, a partir de junio, habran cuatro vuelos semanales directos con Vueling. www.vueling.com
El mejor restaurante de Lanzarote sin duda es Amura. Urbanización Puerto Calero - Yaiza 35571
Lanzarote - Islas Canarias
Tel. 928 51 31 81 www.restauranteamura.com
“A Casa’, puertas abiertas
El gran escritor portugués José Saramago dejo su país desencantado y opto por Lanzarote como su hogar durante sus últimos 18 años de vida. Aquí fue donde escribió gran parte de la herencia literaria que aporto al mundo entero. Su mujer y la Fundación Jose Saramago han decidido abrir las puertas de su casa . No se trata de un museo, es una ventana al universo desde donde Saramago exigía dignidad para nuestro mundo. Para visitar “A Casa”, como siempre se le ha llamado al hogar del premio Nobel , es necesario concertar cita previa en el mail info@acasajosesaramago.com Direccion Calle Los Topes 3, Tiías, Lanzarote.
La Geria, between vineyards and volcanoes / Spain
A land that knows how to produce excellent wines under natural conditions non comfortable at all.
In Lanzarote, one of the Canary Islands, Spanish is spoken although from the car window camels are seen walking through deserts of ash and volcanic rocks. Also, it’s possible to see Spanish flags in the center of some cities nevertheless the architecture reminds us Sahara postcards. If you observe well the landscape, you could turn around and go where nature may give you a warmer welcome. But, luckily, there are optimistic persons that create a future where eveything seemed a setback.
Ash to the vine
Any day, before 1730, it was common to take a walk in Lanzarote, between villages and fields full of cereals. Maybe the yellow color of wheat contrasted with the green lettuces, and the cattle could rest of the sun and wind of the Atlantic at a great tree’s shadow. However, that year the Timanfaya volcano erupted and the panorama lost its peaceful image. If there was an intention to return to normal, the XIX century brought again times of volcanic activity. Since then the work has been to convert this land into a productive field: the mantle of ash no longer allow the old sow, but there was the possibility to work with vines and produce unique wines in the world that give the palate the same intensity that exists when you walk through those black fields of vigorous nature. They couldn’t work with machines there, but with the help of camels they started digging large holes to cultivate vines of the Malvasía variety. The result was the creation of a landscape that even the moon envy, where a homogeneous old carpet has been transformed into a mesh of hundreds of tiny craters where the plant grows protected from the wind. Curiously, ashes support this plan by keeping night’s humidity and protecting the topsoil from the sun’s power.
Volcanic wineries
From Tías, a village of white architecture where Saramago lived much of his life, you reach the only road that crosses Lanzarote’s wine area. You must follow the signals in each intersection in order to go to La Geria and, once there, visit each one of the wineries that are walking the road. There are no dozens of them, so you may spend the day observing the landscape, visiting wineries interior and tasting the most original wines just by the way they are produced.
To start the route you may visit El Grifo, one of the ten oldest wineries in Spain, that has a small museum where you can see how they work the land. The next one is Stravs, Lanzarote’s most modern winery, which has new production systems, maintaining the vines in those holes that shelter from the harsh environment. It also has a bar for wine tasting as well as spaces designed to rest from the intense exterior. Another splendid place to visit --not only for its wines but for its building architecture-- is Bodegas Rubicón: a farmhouse from 1698 that survived volcanic eruptions and had to adapt to the new landscape that the Timanfaya volcano proposed. You can tour the barrel room and later taste the traditional wrinkled potatoes in the shadow of eucalyptus trees, who are hundreds of years old.
If the road continues, the horizon will be filled with volcanoes, the very ones who created the current appearance of the island. In Timanfaya National Park –place inhabited by silence and the wind— are no vines neither other plants, only ashes and rocks that once tried to take possession of Lanzarote. However, today you may have a toast with the excellent wine extracted from the environment coexistence with the inhabitants of this island, of African soul and intense flavor...
Information
To visit the wineries, please let us know in advance. Bodegas El Grifo (Museo del Vino) www.elgrifo.com; Stravs www.stravs.com, and Bodegas Rubicón www.vinosrubicon.com
Timanfaya National Park reddeparquesnacionales.mma.es/parques/timanfaya/index.htm
Casa del Embajador Hotel was built in old houses of fishermen in early XIX century. Today is one of the best places to enjoy the island. Calle La Tegala 30. Playa Blanca. Tel. 928519191
Arriving. From Barcelona, starting from June, there are four direct flights each week with Vueling. www.vueling.com
Lanzarote best restaurante is Amura. Urbanización Puerto Calero - Yaiza 35571
Lanzarote - Islas Canarias
Tel. 928 51 31 81 www.restauranteamura.com
“A Casa” (open doors)
Great portuguese writer Jose Saramago left his country totally disenchanted and opted for living in Lanzarote during his last 18 years of life. Here he wrote great part of his literary heritage. His wife and Jose Saramago Foundation decided to open his house. It isn’t a museum but a window to the universe from where Saramago demanded dignity for our world. To visit “A casa”, as it’s called Nobel Prize’s home, it’s necessary to make an appointment at info@acasajosesaramago.com Address: Calle Los Topes 3, Trías, Lanzarote.